miércoles, 24 de noviembre de 2010

El otro Clásico

Qué tal gente. Ahora que estamos en semana de "clásico" me apetecía hablar de otro clásico, uno con menos rivalidad en la calle pero de muchísima rivalidad en el campo. Hablo del "clásico" que jugaron este domingo pasado los New England Patriots contra los Indianapolis Colts. Sí, sé perfectamente que estos dos equipos no son los más clásicos de la NFL. Sé perfectamente que ni siquiera están en la misma división y que sus aficiones no tienen la rivalidad que pueden tener otras de la NFL. (EDITO:Para los que anden más flojos de historia os cuento que los Colts antes jugaban en Baltimore y que pese a la mudanza compartían división con los Patriots hasta 2001.Gracias a @arseninlalala por el recordatorio). Sé también que ni siquiera son los equipos más laureados de la historia. Tengo en mente todas esas cosas. Pero en un deporte tan igualado, donde (por fortuna) no hay bicefalia, donde no hay las desigualdades que existen en Europa y donde cada año equipos nuevos pueden aspirar a ser campeones… me tendréis que reconocer que no ha habido en la última década dos equipos con la rivalidad deportiva y con el dominio de estos dos. Y como no podía ser de otra manera los dos equipos tienen dos quarterbacks que no solo pasarán a la historia por entrar en el Hall of Fame, sino por tener uno de los piques deportivos más marcados que se recuerdan. Como casi todos sabréis hablo de Tom Brady y de Peyton Manning.

La historia de estos dos quarterbacks es casi antagónica. No me quiero entretener en su vida y milagros (ojalá algún día tenga tiempo para hablar largo y tendido de esta rivalidad, ¿será en los playoffs?) pero os cuento los highlights para los menos enterados. Uno (Manning) es hijo del también quarterback y mítico jugador de los New Orleans Saints Archie Manning. Su vida giró desde el inicio por y para el football, y su progresión fue el modelo a seguir por toda futura estrella del deporte: el mejor de su instituto, el mejor de su universidad y elegido número 1 global en el draft de 1998. Desde entonces ha sido siempre titular con los Colts y no se ha perdido ni un solo partido, incluyendo la victoria en la Super Bowl en la temporada 2006. Por el contrario Brady ha sido el ejemplo a seguir para todos aquellos jugadores que aspiran a ser estrellas que reman a contracorriente. Fue elegido en la posición 199 del draft del 2000 por los Patriots y empezó como 4º quarterback de la plantilla. Sólo un año después ganó la titularidad en la tercera jornada (ante los Colts por cierto) y esa misma temporada acabó ganando la Super Bowl, hito que repetiría hasta en dos ocasiones (2003 y 2004). En todo este tiempo, especialmente al principio, Brady se convertiría en la bestia negra de Manning ya que "arruinó" su deseada supremacía privándole de llegar a dos Super Bowls, siendo más laureado y apoderándose de varios de sus records (en especial el de touchdowns en una temporada y la perseguida temporada perfecta). Para el que no lo haya visto no os perdáis la penúltima versión de la rivalidad, el partido de la temporada 2009:


Pero me centro en el partido del domingo pasado, (tenéis el resumen más abajo, intentad buscar las 7 diferencias con el de 2009). Qué gustazo verlo. A mucha gente le parece aburrido el juego de los dos equipos. Y ojo, entiendo que no fue lo más espectacular del mundo porque ambos equipos (sobre todo los Patriots) renunciaron a las big-plays con las que nos deleitan otros jugadores de moda como por ejemplo Michael Vick. Pero fue el mayor despliegue de football-control que he visto esta temporada. Los dos quarterbacks parecían dos ilusionistas que jugaban a su antojo con los cuerpos y las mentes de los 11 defensas y el coordinador defensivo rival. A veces daba la impresión de que Brady estaba disfrutando tanto en el campo que el hecho de marcar un touchdown le parecía demasiado fácil y prefería esperar a un 3rd&goal para ensañarse con esa defensa plagada de bajas de los Colts. El primer tiempo sólo dio para 3 drives ofensivos de los Patriots. 21 puntos. ¿Ya no está Randy Moss? No importa, renuncio a esa amenaza profunda y a cambio te saco mi arsenal de armas ofensivas para destrozarte. Toma ya. ¿Hay alguien capaz de aguantar esto?

Pues sí, ese señor se llamaba Peyton Manning. Empezó con problemas, interceptado nada más empezar, pero esa sensación no duró mucho. En cuanto el pass-rush de los Patriots volvió a su estado natural (es decir, a no existir) el partido se puso de cara para el 18 de los Colts e hizo lo que quiso con los yogurines de Belichick. Empezó a mezclar las aparentemente inofensivas carreras de Donald Brown con los pases a su mermado cuerpo de receptores y a la que les pillaba en un play-action pass…primer down que te cayó. Y así un partido que prometía ser un paseo para los locales acabó en un final de infarto. 31-28 a falta de 5 minutos.

Y no me digáis que no tuvisteis un deja-vú que no os creeré. De pronto un partido dominado por los Patriots acababa pendiente de que consumieran el tiempo con una última posesión. Balón en su propio campo, más de 4 minutos restantes, Manning "on fire" esperando como un perro de presa en la banda, la defensa sin dar ningún síntoma de poder pararle… Esto apestaba al partido de 2009. ¿Qué ocurriría si los Patriots llegaran a otro 4th&2? Madre mía, no me podía creer lo que estaba viendo. Pero fueron más las yardas que necesitaban para conseguir el primer down y los Patriots (esta vez sí) pegaron el punt y dejaron el partido en manos de su defensa. La cosa pintaba muy mal para los de Boston, Manning ya había metido a su equipo en rango de field-goal para empatar y tenía tiempo más que suficiente para conseguir un TD que visto lo visto en la segunda parte parecía pan comido.


¡Pero esto es la NFL amigos! De pronto el señor con el Pentium instalado en el cerebro cató lo que ya había olvidado que existía: la presión de los Patriots. Su mejor pass-rusher, Tully Banta-Cain, hacía cambiar (solo lo justo) la mecánica de lanzamiento de Peyton de tal manera que el balón no fue a donde quería, y sí a las manos del safety Sanders. GAME OVER. No me creía el final. De los 22 hombres sobre el campo cometió un error el último que se nos podía pasar por la cabeza. Además salió a la luz uno de sus pocos defectos: el exceso de confianza. Si renuncia a ese lanzamiento y busca una alternativa (véase otro pase, tira el balón fuera o incluso acepta un sack) probablemente hubiera marcado el TD igualmente más adelante. O en el peor de los casos lleva el partido a la prórroga. Pero en aquel momento no había nada que frenara la confianza del mayor de los Manning.



Dice la leyenda que el equipo que gana al otro en la temporada regular llega más lejos en la post-temporada. Yo solo digo que la temporada pasada los Patriots no levantaron cabeza desde su derrota en Indy y acabaron destrozados por Baltimore en casa. Tendremos que esperar hasta enero para saber qué pasa este año, pero ya podéis dar por hecho que ambos equipos van a estar en playoffs. Si se llegan a enfrentar es muy probable que el partido se vuelva a jugar en Boston. Hará frío. Habrá ruido.¿Nevará? Apuesto por Brady. Estamos en noviembre. Soy un jugón. Solo sé que si esto se repite no me lo pierdo ni por todo el oro del mundo. ¡Viva el football!

lunes, 22 de noviembre de 2010

¿Más por menos?, Osasuna-Sporting


Desde luego qué a gusto termina uno un domingo cuando su equipo gana. Y lo mejor de todo es que nos estamos mal acostumbrando a tener esa buena sensación cuando salimos del Reyno hacia nuestras casas. Los domingos en los que Osasuna juega en casa esta temporada tienen un denominador común: llueve, hace fresquillo (a estas alturas de año ese adjetivo es muy generoso y debería cambiarlo por un frío de pelotas), y Osasuna no pierde. Empezamos un poco flojos en casa, pero últimamente contamos los partidos en casa por victorias, justo lo que necesitamos para pasar los menores apuros posibles al final de la temporada. Esta tarde la víctima ha sido el equipo de la "mareona" (¿?), el Sporting de Gijón. Esto es lo que soy capaz de contaros después de los 90 minutos:


  1. Soy repetitivo, pero qué importantes son estos tres puntos. En el descanso algunos hablábamos sobre la importancia de este partido teniendo en cuenta los dos partidos que se nos vienen encima. Por un lado viajamos a Bilbao, donde el Athletic está siendo un equipo cada vez más sólido (no hace falta que os comente los problemas que tenemos fuera de casa) y después viene el equipo del cero-ochismo. No digo que nos vayan a meter 8 como al Almería, pero siendo sensatos conseguir sacar algo positivo contra el equipo de Guardiola es complicado, así que hacer los deberes esta semana se antojaba importantísimo.
  2. Entro en temas futbolísticos. Qué floja primera parte ha jugado Osasuna. El Sporting ha sabido jugar el partido que ha venido a buscar, dando la manija del balón a su talentoso centro del campo comandado por Rivera. Pero lo cierto es que el equipo asturiano ha pecado de lo mismo que le falta muchas veces a Osasuna fuera de casa: pegada. El único que ha conseguido sacar un tiro peligroso ha sido Novo y a punto ha estado de costarnos un disgusto, más vale que el larguero estaba ahí para hacer el resto.
  3. Siguiendo con la primera parte, no sé si lo he dicho antes pero…qué mala primera parte ha jugado Osasuna. El centro del campo se ha visto superado por el del Sporting y en el momento que Aranda ha salido del campo ha parecido como si Osasuna no tuviera otro recurso. Sólo Juanfran parecía tener algo de mordiente por la derecha, pero en cuanto ha querido hacer la guerra por su cuenta le han dejado de salir las cosas. Pocas veces volveremos a salir vivos de una primera parte así.
  4. Qué gafe soy. Increíble. "Ojo a Aranda que estos partidos anda muy fino. Le ha cogido el tranquillo a su posición de único delantero y está haciendo muy bien lo que tiene que hacer. Ahora aguanta el balón y cae a bandas mucho mejor que antes". Han pasado 34 milisegundos desde este comentario hasta que el delantero rojillo pedía el cambio. Enorme tío, qué gran bocaza tengo.
  5. Llevaba tiempo queriendo ver a Lekic y Nelson desde el inicio. Hoy por fin he visto mi deseo prácticamente concedido. ¿Conclusiones? Nelson tiene mucho que cambiar si quiere jugar de titular en este equipo. Camacho va a tender siempre a poner de defensas a jugadores seguros atrás y que cumplan en ataque antes que lo contrario. Nelson es una especie de Dani Alves con peor uno contra uno (ofensivo y defensivo) y con menos potencia física (que no velocidad). No creo que Damiá haya enamorado a mucha gente hasta el momento con sus galopadas por banda, pero es innegable que va bien por arriba (no es tontería jugando en un equipo así) y poco a poco va mejorando defensivamente. O Nelson se reconvierte en extremo y participa más en las segundas partes o probablemente le toque esperar a una baja de Damiá o de Monreal para jugar.
  6. Lekic merece una sección aparte. El serbio es muy diferente a Aranda, y el equipo en la primera parte ha acusado el cambio en la delantera. En el segundo acto han conseguido aprovechar las condiciones de Leka y el asunto ha cambiado. El tío se lleva absolutamente todo por arriba, y eso es muy aprovechable. A nada que Camacho sepa verlo y adapte el juego del equipo se pueden sacar muchas cosas positivas del serbio. Los goles ya serán otro cantar…
  7. ¡¡Osasuna ha metido un gol al contraataque!! Sí, si no habéis visto el partido esto no es coña. Además ha sido de libro. Damiá, Lekic, Soriano y Masoud. Pim pam pum (mira, esto me recuerda a la portada de un periódico (¿periódico?) deportivo (¿deportivo?) madrileño (madridista); la tenéis abajo, cada uno que opine lo que crea oportuno). Además Masoud ha definido perfectamente (creo que yo no era el único del estadio que se temía una cola de vaca al portero Juan Pablo). En su día no estaba de acuerdo con Camacho en el asunto Masoud-Roversio, pero al final el iraní está dando un rendimiento aceptable y hay que reconocérselo al míster.


    Nada más, la próxima semana tenemos un partido muy bonito en la Catedral así que habrá que intentar ponérselo difícil a los de Cascante, digo a los de Bilbao. El Athletic me gustó mucho en el Bernabéu y tienen a Llorente "on fire" así que habrá que apretarse los machos e intentar plasmar la aparente mejoría en el juego fuera de casa para que se traduzca en puntos. ¡¡A disfrutar de la semana que ya queda menos para el viernes!!

    lunes, 15 de noviembre de 2010

    Una noche en territorio “indio” (Atlético de Madrid 3 - Osasuna 0)

    Como iréis viendo este post no será como otro cualquiera en el que hablo de un partido de Osasuna. Para empezar el título no es como los anteriores (por cierto, esos títulos de "Mis apuntes de…" están en peligro de extinción, me han dejado de gustar), y el aspecto futbolístico lo voy a dejar en un segundo plano. Las razones son variadas. Lo que principalmente me empuja a olvidarme del lado "deportivo" del asunto es que tuve la oportunidad de estar en el Calderón viéndolo en directo, así que hay muchas cosas que me gustaría contaros, cosas que no leéis en otros sitios, que no os cuentan en los periódicos. La otra razón de peso es que con un 3-0… a uno le apetece más analizar el mercado bursátil (y eso que no tengo ni idea) que el desarrollo del partido. Pero bueno, por no olvidarme del todo de que ahí se jugaba a fútbol os diré que me pareció en líneas generales un partido bastante correcto de Osasuna en lo que a planteamiento se refiere. El equipo tuvo más posesión de lo que nos tiene acostumbrados lejos de Pamplona e incluso fue capaz de crear alguna ocasión muy clara. Pero con lo que le cuesta a Osasuna marcar gol fuera de casa y con la calidad del rival todo quedaba pendiente de jugar un partido de máxima concentración atrás y sin errores. Nada más lejos de la realidad. Un error y una mala decisión de Ricardo y un partido muy flojo de los centrales (en especial de Lolo) decidieron el partido en 45 minutos. Luego ya con la expulsión de Monreal el partido fue un puro trámite que Forlán se encargó de cerrar.


    Y hasta aquí lo deportivo, como veis por suerte para casi todos he sido más breve de lo habitual. Ahora os cuento mi experiencia en el Calderón. Tenía muchas ganas de ver un partido fuera de casa de Osasuna porque hacía mucho tiempo ya del último (si todo va bien y hay suerte repetiré en Bilbao en un par de semanas, ¡¡crucemos los dedos!!). Además el hecho de que fuera en el Vicente Calderón me motivaba por partida doble: por un lado volvía al lugar donde viví uno de los días más bonitos como osasunista (si Burdeos me lo permite) y por otro lado iba a tener la ocasión de vivir en primera plana cómo era una de las aficiones que más curiosidad me genera de toda la Primera División. Algún día si tengo tiempo escribiré mis pensamientos sobre todo lo que rodea al mal-llamado "pupas" del fútbol español, pero hoy vamos a los hechos objetivos, a lo que viví en el estadio.

    La noche se planteaba fría, así que me agencié el abrigo que me acompañó en mis experiencias por Europa del este y ahí estábamos en nuestro asiento media hora antes del pitido inicial. El ambiente estaba más bien soso, el Frente Atlético cantaba a los suyos pero el resto del respetable esperaba expectante el inicio del partido. Al comenzar enseguida se vio cómo se desarrollaría el partido: el Atlético no era capaz de controlar a los rojillos que pese a tener posesión no creaban demasiado peligro. Las risas burlonas por algunos fallos de Masoud se mezclaban con gritos (e insultos) de desesperación por las imprecisiones de los rojiblancos. Quizás fue porque mi situación en el campo coincidió con la banda izquierda del ataque del Atlético en la primera parte, pero lo cierto es que los principales focos de atención de los colchoneros eran Filipe Luis y Simao. Pero para mi sorpresa no tardó mucho en llegar el "run run" con uno de los "favoritos" de la afición, Diego Forlán. Sí, aunque parezca mentira muchos aficionados no dejaban de criticar cada una de las actuaciones del U-ru-gua-yo. Que si menudo chupón, que si no ha visto a Agüero en tal jugada, que si ha fallado… Ya sabéis, clásicos insultos que nunca entenderé a un jugador así. Curiosamente uno de los jugadores más aplaudidos del rato del "cerocerismo" fue el antaño odiado José Antonio Reyes. La gran mayoría de sus jugadas eran espoleadas por la grada demostrando que este año el andaluz está convenciendo completamente a los socios del Calderón. En definitiva desesperación, impaciencia y bastante descontento con casi todos los jugadores.

    Pero llegó el momento en el que Forlán abría el marcador. Entonces no tardaron en sonar los cánticos de ¡¡ U-ru-gua-yo U-ru-gua-yo!! La gente se miraba emocionada. Hubo un amago de cantar con el Frente Atlético (que no pararon en toda la noche dicho sea de paso) pero al final se quedó en nada. Sólo un curioso cántico contra el Real Madrid pareció animar a la gente a cantar. La parte preferida de la grada era algo así como "los vikingos nos van a comer la p...". Vamos, lo mismo que en todos lados, a la hora de animar lo justito, pero cuando hay que meterse con el eterno rival…todos a una (mira, esto me recuerda a un cántico que el Frente también nos dedicó un par de veces a lo largo del partido). Pese a un gran susto de Osasuna que estuvo a punto de empatar, el Kun metió el segundo. El argentino, sin duda uno de lo más respetados por la gente, se llevó una de las ovaciones de la noche al ser sustituido en la segunda parte. Tras su gol ya fue el no va más. Todo el mundo quería a Forlán, al Kun, a Simao, a Valera (me había olvidado de él, pero le ODIAN), a Quique…¡¡todo era una fiesta!! (por lo menos ahí vemos que mis colegas futboleros disfrutaron del bocata)

    Y llegó la segunda parte. El ambiente seguía muy frío pero la expulsión de Monreal empujó a los colchoneros de nuevo que corearon el ya clásico "Tonto, tonto" cuando el navarro se retiraba a vestuarios. Pese a que Osasuna siguió plantando cara con 10, los aficionados más próximos a nuestros asientos se burlaban de los rojillos: "¡Qué malos son!", " Me daría vergüenza ser de ese equipo" y demás piropos. Como suele ser habitual en los campos de fútbol los aficionados nos olvidamos enseguida de que sólo unos minutos antes los equipos estaban jugando un partido disputadísimo y que apenas 2 puntos los separaban en la clasificación. En fin, el fútbol es así. Con el último gol de Forlán ya llegó el éxtasis. Puedo asegurar que uno de los aficionados que más le insultaba en los primeros minutos se levantó de su asiento y puso un "Te quiero Diego, eres increíble, no me lo puedo creer" en el cielo madrileño.

    Y así fue expirando el partido. Aguantamos el chaparrón de los últimos minutos escuchando comentarios un tanto despectivos hacia la calidad de nuestro equipo (no sabían que éramos de Osasuna, quizás eso ayudó) y nos fuimos del campo un tanto decepcionados. La experiencia fue muy bonita, aunque obviamente el resultado estuvo lejos de lo deseado.


    Espero que os haya transmitido más o menos lo que vivimos el sábado en el Calderón y que os haya gustado. Por supuesto si algún colchonero lee esto que no se sienta ofendido por mis comentarios, es simplemente lo que vi en el campo y lo transmito. Todas las aficiones tenemos nuestras "cosas" buenas y malas y cuando tengo que alabar o criticar a la mía lo hago el primero :-)
    Un saludo a tod@s!!