jueves, 5 de agosto de 2010

Caras duras

A raíz del debate que se está abriendo sobre la actitud de Brett Favre en diferentes blogs y foros de fútbol americano (véase el de Mariano Tovar o el blog Rudeza Necesaria como ejemplos de ello) no me podía contener y tenía que escribir algo al respecto. Pero no me gustaría que esto fuera una entrada sobre Favre (algún día escribiré la historia de Favre para que a los que no os gusta el football lo conozcáis). Me gustaría que este post hablara de todos esos pseudo-profesionales que se ríen de sus clubes y de lo que es peor, de sus aficionados.

Hablo de esos deportistas que por una razón o por otra faltan a entrenamientos, llegan tarde a las concentraciones, piden un traspaso y se ponen en rebeldía, están completamente fuera de forma… El que me conozca ya sabrá mi opinión al respecto. Son unos auténticos sinvergüenzas. Y lo peor de todo es que todos de una manera o de otra somos cómplices de ello. Lo que voy a hacer es poner un ejemplo de una situación que se produce verano tras verano en diferentes deportes y países:

Caso: Jugador de fútbol X de 25 años renueva con su equipo de toda la vida, el Pelotas Club de Fútbol, por 5 años cobrando 2 millones de euros por temporada. Resulta que ese año tiene una buena temporada, queda entre los máximos goleadores de la liga y su impacto mediático crece. El diario MARCA (por favor no os perdáis este post de La Libreta) se apresura a publicar que está entre los elegidos para el nuevo proyecto de SúperMou. Basados en este supuesto interés (reitero lo de SUPUESTO) su representante y él deciden proponer un ultimátum a su "querido" club Pelotas: debido a su alto rendimiento en esa temporada tienen dos opciones, o le revisan el contrato duplicándole el sueldo o negocian su traspaso a otro equipo donde pueda "dar un salto profesional". La opinión pública general (no incluyo a los aficionados del Pelotas) se pone del lado del jugador ya que él merece ser pagado como el goleador que es. Además ese presidente mafioso del Club Pelotas está claramente cortando su progresión como futbolista. Es un saca perras porque encima no quiere rebajar la cláusula de rescisión que está en el contrato. ¡¡Cómo se puede portar tan mal con ese jugador que les ha dado tantas alegrías!!

Solución propuesta: Parece ser que el deporte debe de ser en el único ámbito en el que los contratos y las firmas no tienen validez legal. O más bien debería decir que no tienen validez legal cuando les conviene a jugadores y representantes. Porque…¿qué ocurriría si cambiamos el caso anterior y en vez de pegarse la temporada de su vida el jugador X se lesiona partiéndose la rodilla en 34 sitios? Que el jugador va a cobrar 2 millones de euros. Y…¿qué pasa si ese jugador nunca se recupera al 100% y su rendimiento no es propio del contrato que ha firmado? Que el jugador va a cobrar 2 millones de euros al año siguiente, y otros 2 al siguiente, y así sucesivamente hasta que el artista se haya embolsado una cantidad de 10 millones de euros. En ese caso nadie se escandaliza, el club estampó una firma en un contrato por 5 años sabiendo los riesgos que ello conllevaba, y si la apuesta le sale mal tiene que apoquinar. Pero aquí parece que a la gente se le olvida que el jugador tomó los mismos riesgos cuando firmó aquel contrato. El jugador tenía el seguro de que iba a cobrar 10 millones de euros. Pero si resulta que su caché sube va a seguir cobrando los mismos 2 millones por temporada. Y claro, eso es muy injusto ¿no?. Pues no señores, no es injusto. Si el jugador confía en que en el futuro va a mejorar su rendimiento y va a aspirar a un contrato mejor la solución es muy fácil, no tiene más que firmar los contratos de año en año o de dos años en dos años. Cada año tienes la posibilidad de renegociar tu contrato y recibirás una aportación económica acorde a tu productividad. Pero en el momento que estampas tu firma estás comprometiéndote a entregarte por ese club (por supuestísimo no puedes faltar a un solo entrenamiento) y el club se compromete a pagarte lo acordado.

Estas situaciones son tristemente comunes en el mundo del deporte. Y son el día a día en deportes mucho más complicados financieramente hablando como el football. ¿Es lógico que una empresa (equipo) pague lo mismo a dos jugadores que tienen diferente productividad? Claro que no es lógico. Un caso muy claro es el de Chris Johnson, corredor de los Tennessee Titans de la NFL. Este jugador lleva sólo 2 años en la liga, pero pese a su juventud se ha consagrado como el mejor corredor de la NFL. Lo que ocurre es que hace dos años fue elegido en el draft en la posición 24, que no está mal para un corredor si no hubiesen salido antes que él nada menos que 4 jugadores de su misma posición. Acorde con ese dato firmó un contrato (resalto lo de FIRMÓ) de 5 años cobrando 12 kilos, 7 de ellos garantizados. Ahora es el mejor de la NFL en su posición y claro, él quiere una revisión de contrato más acorde con su productividad y su proyección. Y ojo, tiene todo el derecho del mundo a pedir a su club una renegociación de un contrato que no es acorde con su rendimiento. Incluso si no consigue la ampliación de contrato tiene también todo el derecho del mundo a pedir a su club un traspaso a otro club que sí responda a sus peticiones salariales. Pero una cosa es pedir y otra exigir. Lamentablemente este chico firmó un contrato y tiene que vivir con él. Sigue teniendo la obligación de acudir a los entrenamientos, a las concentraciones de pretemporada, a los partidos…nada le exime de sus responsabilidades!!! Estoy harto de los malditos holdouts de los jugadores de la NFL. Para los de la LOGSE un holdout es básicamente un "hasta que no renueve o me traspaséis no entreno". Estamos todos de acuerdo en que los Titans (empresarialmente hablando) deberían revisar ese contrato porque es importante retener y recompensar a jugadores de semejante talento y extraordinaria productividad. Y ya se han comprometido a hacerlo. Pero si bien podemos criticar al club por una política empresarial errónea, el jugador tiene la obligación de cumplir con sus deberes. Y si le quieren retener durante los 3 años restantes pagándole esa cantidad (que sería una cagada monumental) pues no le queda otra opción que pringar y esperar a que pase el tiempo. No acudir a entrenar es reírse de todo el mundo que trabaja 8 horas al día (sino más) para llegar a fin de mes sufriendo.

Me he pasado de la raya con esta chapa-reflexión-crítica pero es que si no me desahogaba no era feliz :-)


2 comentarios:

  1. Muy buenas Javier, me alegro de que haya otro pamplonica enganchado al football además de a Osasuna, por supuesto.
    Yo soy Alberto (Albert Haynesworth en Football Speech) y soy de Pamplona, rojillo a muerte, aunque desde hace doce años vivo en Almería y juego de Defensive End en los Granada Lions desde hace 3.
    En fin, que un placer saber de tí y espero que estemos en contacto.
    Para cualquier cosa, alberto.sanz@juntadeandalucia.es o en facebook (Alberto Sanz Sierra).
    Ya me pasaré por tu blog (por cierto, me gusta tu estilo) de vez en cuando.
    Un saludo y Aupa Osasuna !!!!

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