Todos los años las offseasons se nos hacen eternas. Meses y meses sin football hacen que los que se dedican profesionalmente a esto tengan que sacar temas de donde no los hay para vender periódicos o para ganar visitas en sus webs. Sin embargo, una de las cosas más entretenidas y que casi a todos nos gusta hacer es la previsión de lo que va a pasar en la temporada que se avecina: esas especie de porras sobre qué equipos llegarán a playoff o cuáles son los aspirantes al anillo. El año pasado recuerdo una tarde veraniega en la que me propuse hacer una por mi cuenta. Tomé papel y boli, me escribí en una pequeña hoja los nombres de los 32 equipos de la liga organizados por divisiones y me puse manos a la obra a marcar con un fosforito los equipos que yo creía que llegarían a la offseason. Recuerdo perfectamente cómo decidí pensar lo menos posible y dejarme guiar por las sensaciones que me habían dado los equipos la temporada anterior unido a los fichajes y bajas de la nueva temporada. Pese a que con el tiempo olvidé aquella porra, en enero me encontré de casualidad con aquel pequeño papel en forma de post-it. Para mi sorpresa de los 12 equipos que llegaron a los playoff había acertado 9. Si no recuerdo mal sólo la clasificación de Bengals, Jets y Packers me pillaron por sorpresa.
Así que 365 días después (semana arriba semana abajo) me planté ante la misma tesitura. ¿Dedico otros 10 minutillos para hacer la porra? Por supuesto no tardé ni 15 segundos en agenciarme otro papelito y empezar con el proceso. Pero esta offseason había sido distinta, debido a mis colaboraciones con la revista de Football Speech había estado mucho más implicado con las pretemporadas de los equipos. ¡Blanco y en botella! Si el año pasado haciéndola casi a corazonadas acerté 9 de 12… ¡Esta temporada a por el pleno! Menudo iluso estoy hecho. No hemos recorrido ni la mitad del camino y ya me ha fallado más que una escopeta de feria. No revelaré el contenido de mi post-it (lo dejo para el final de la temporada regular, y prometo no mentir) pero como os podéis imaginar en él no estaban con fosforito equipos como los Chiefs, los Seahawks o los Bucaneers. Queda mucho, y ya os digo desde ya (con la boca pequeña) que los tres equipos no van a enero, pero visto lo visto es muy probable que alguno de ellos lo consiga. Y si ya una sorpresa positiva como esas es difícil de prever, lo que no se esperaba absolutamente nadie era que equipos que aspiraban al anillo estuvieran prácticamente descartados a estas alturas de la temporada. ¿Cuál es la mayor sorpresa para mí en estos momentos? Sin duda los Dallas Cowboys.
Los vaqueros más duros del oeste están a un pasito de confirmar lo que todo el mundo ya da por hecho, hay que empezar a pensar en la temporada que viene. Muchas de las cosas que han ocurrido a los Cowboys esta temporada son totalmente incomprensibles. En mi opinión tienen una de las líneas defensivas (apoyada por DeMarcus Ware y Anthony Spencer en el pass rush) de más nivel de la liga, probablemente sólo superada por la de los Vikings (curiosamente la otra gran decepción de la temporada). Su quarterback Tony Romo tiene muchos detractores pero yo lo veo en la élite de la liga. Su cuerpo de receptores incluye a uno de los más explosivos y uno de mis favoritos (Miles Austin), Roy Williams (que parece que por fin funciona) y al mejor receptor del último draft (Dez Bryant). Por no hablar de Jason Witten, que pese a no estar en su mejor momento tiene la suficiente calidad para sacarte de un apuro. Con todo esto…¿cómo pueden ir 1-5? Las respuestas son variadas e incluyen las infinitas penalizaciones, la baja forma de algún jugador, la irregularidad de la línea ofensiva… Pero ahora sí que casi todas las miradas apuntan al banquillo. Wade Phillips tiene los días contados en Dallas, y probablemente al finalizar la temporada estemos hablando de un sustituto para él. La nueva pregunta es:¿es él el culpable de todo esto?
En mi opinión él no es el único culpable, pero le ha llegado la hora de dejar el equipo. Y eso que nunca he estado de acuerdo con sus detractores crónicos, pero creo que ya no es el entrenador del que se puede esperar que devuelva a Dallas al camino del anillo. Y ojo, sus aportaciones (y aquí incluyo especialmente al coordinador ofensivo Jason Garrett) dentro del terreno de juego han sido importantes, ya que siempre han estado entre los mejores equipos estadísticamente hablando tanto en ataque como en defensa. Pero a la hora de la verdad…al equipo siempre le ha faltado un puntito más en los partidos importantes. Y ahí sí que creo que la figura del head coach es básica. Por eso entrenadores como Belichick, Cowher y compañía tienen el prestigio que tienen. Entrenar a un equipo no es sólo decidir la táctica, cantar unas jugadas y corregir unos desajustes. Entrenar a un equipo es saber motivar a los jugadores, no permitir que tu equipo regale miles de yardas en penalizaciones semana sí semana también, crear un equilibrio en el vestuario…en definitiva, exprimir el máximo de cada jugador de tu plantilla para ser mejores que el contrario. Wade Phillips ha fracasado durante varios años teniendo siempre a plantillas muy por encima de la media (no recuerdo un año de los últimos 4 o 5 que los Cowboys no fueran candidatos al anillo al inicio de temporada).
La mejor solución para el equipo es que empiecen a pensar cuanto antes en la temporada que viene. Veo muy difícil que sin Romo sean capaces de hacer un milagro y meterse en playoff, así que Jerry Jones tiene trabajo de aquí a final de temporada. Se habla de Jon Gruden, algún rumor apunta también a Bill Billick, pero de aquí a que se haga oficial todo serán habladurías. Lo que si parece claro es que salvo milagro la temporada que viene las canas de Wade Phillips no lucirán en el súper estadio de Arlington.
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